
(Gn. 19,26; Lc 9,57-62)
Todo lo que se ha vivido
y todo lo que se ha fallado
aguarda un solo gesto
para despertar.
Lo albergan las entrañas
en profundas moradas
esperando el momento exacto
para hacernos llorar.
Nada se olvida,
todo permanece
y sólo hay clemencia
para quien no mira
atrás.
Xavier Escribano
Per fi has tornat a "postejar", i amb unes bones paraules! De vegades, però, reconec que m'encanto mirant enrere.
ResponEliminaNo em surten les paraules després de llegir això. Un 10.
ResponEliminaGerard, company! Bon Nadal!
ResponEliminaOriol Gálvez